II Bienal de Arte Contemporáneo Boliviano
Curaduría: Ramiro Garavito, Douglas Rodrigo Rada
Una Curaduría Contextual
Que es lo que realmente hacemos los curadores de esta exposición. Una curaduría como esta, trata de relacionar las coyunturas socioculturales (en este caso, la amplia idea del contexto), con el discurso (es menos lo que ves que lo que podrías pensar), la institución (el Centro Simón I Patiño) y los artistas junto a sus obras.
Y entonces hablando en especifico de CONTEXTOS, como hacer una exposición con 21 artistas, en un entorno cultural boliviano en el que en su generalidad, las exposiciones no tienen discursos, las instituciones que administran estas mismas no tienen ideologías, por esto mismo, no existen curadores que construyan los vínculos y entonces los artistas no están acostumbrados a trabajar bajo ningún tipo de orden u estructura; Además de todo y consientes de este problema las instituciones, la mayoría del estado de este caso, se apoyan en la antigua lógica del concurso, cuya imagen de apertura, tolerancia y democracia, justifican el éxito institucional de las muestras, no con el nivel de las exposiciones en cuanto a calidad de las obras, sino en la cantidad de participantes seleccionados y la cantidad de espacios ocupados con las muestras.
En colaboración con el Centro Simón I Patiño, Ramiro Gravito y yo planteamos la primera muestra Contextos hace 2 años, mi interés personal estaba relacionado ese año, con la ausencia de compromiso social del artista contemporáneo local y por la facilidad con la que este se asimila dentro de las normativas como se las plantea la cultura institucional, mi intención ese entonces, era la de generar un espacio que pudiera reflexionar sobre el entorno directo, sea lo que fuere que el artista local entendiese por ello.
Ese mismo año y las tras la ejecución de la primera exposición, la dirección del Centro Simón I Patiño decidió llevar a la exposición y al proyecto un paso hacia delante, y la convirtió en una Bienal; esto implicaba que Ramiro Garavito y yo, nos haríamos cargo de la curaduría del proyecto a largo plazo y de la ideología que tiene que servir de alojo apara que las cosas pasen en este proyecto.
Esta muestra no pretende ser una exposición de inserción en el circuito, no se creo con tal propósito, ese tipo de exposiciones existen en el país y desarrollan su labor de forma por demás efectiva para ser necesaria una más; contextos es para nosotros una plataforma; un espacio de diálogo, discusión, vinculación y análisis reflexivo del arte y la cultura en Bolivia como la vivimos hoy en día.
Evidentemente la condición del arte contemporáneo muta velozmente en esta época y en cuanto a esto, me refiero a que las percepciones sobre los sistemas de legitimación se transforman, las estrategias de inserción en el circuito también; nuestra inflexión en los circuitos internacionales se replantea aceleradamente, y como sociedad debemos encontrar la forma de relacionarnos con esas modificaciones de la forma mas efectiva posible.
En este sentido, es muy difícil predecir que es lo que va a pasar con las siguientes versiones de exposición, quisiera pensar que seremos más flexibles, abiertos y permisivos a todo lo que esta por llegar, y que siempre trabajaremos en el lugar que nos corresponde, que es en los límites; en los límites de lo permitido, de lo respetado; simplemente en los límites.
Douglas Rodrigo Rada
Contextos, II Bienal de Arte Contemporáneo, BAC.
1.
Hace dos años, gracias al lúcido y generoso auspicio del Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño y de su Directora Elizabeth Torres, se realizó la primera versión de Contextos para proponer a los artistas bolivianos “la necesidad de reflexionar el lugar concreto en el que vivimos y las circunstancias que lo hacen posible”, para ello invitamos a los veinte artistas más representativos del país.
Ante el éxito de la muestra, el Centro decidió seguir apoyando nuestra iniciativa y hacer posible la realización de la segunda versión de Contextos y convertir el evento en una Bienal de Arte Contemporáneo, BAC, sin que esto signifique asumirlas características de la creciente bienalizacion en el mundo.
Contextos es una bienal de arte contemporáneo que se realiza cada dos años; se inscribe sobre la base de la necesidad de considerar reflexivamente los fenómenos actuales, culturales, sociales y políticos, y resignificarlos desde la especificidad del arte contemporáneo.
2.
En esta segunda versión, además de invitar a los artistas mas reconocidos del país, la curaduría incluyó a artistas mas jóvenes o con menos trayectoria, sobre la base de proyectos relacionados con la sugerencia curatorial de explorar el arte como la relación de un pensamiento, el del artista, con otro, el del espectador, a través de una valoración máxima del significado sobre el resultado estético de la percepción. En este sentido la curaduría propuso la frase, Es menos lo que ves que lo que podría ser, la cual inauguró un conjunto de afirmaciones alusivas al tema:
-Imaginar lo que el objeto, el gesto o la acción podría significar si fuera el vehículo de una declaración artística.
-El significado, ya sea como metáfora, analogía, alusión o desplazamiento cognitivo, junto a la libertad de la imaginación, es una demanda básica para la comprensión y el disfrute de la obra de arte, sea ésta un objeto, una imagen, un gesto, o una acción resignificada o transfigurada.
-El arte contemporáneo no puede evitar rehusar la belleza cifrada del ornamento cuando su propósito es significar.
-La diferencia entre ser y significado: esta diferencia que pertenece propiamente a la competencia del pensamiento, tiene consecuencias para el ejercicio del disfrute de la obra de arte.
-El ser de una obra de arte es su significado. El arte es un modo de pensamiento y la experiencia del arte consiste en el contacto de un otro pensamiento.
-Al dejar percibir los significados de las obras en cualquiera de los sentidos en que la obra pretende ser relevante, los significados en el arte pueden ser estéticos o extra estéticos.
-El arte es el redescubrimiento de las cosas cotidianas y de sus relaciones, por tanto, reconfigura la comprensión del mundo que nos atañe.
-Las formas son significantes solo en cuanto una conciencia capta su significado.
-La obra de arte no es un “en si” ontológico, sino un “para nosotros” fenomenológico.
Estamos conscientes de que la valoración artística del significado sobre la forma -lo que marca en consecuencia, la diferencia entre lo artístico y lo estético-, es un hecho histórico consumado desde los demostrativos planteamientos vanguardistas del arte conceptual en los 60; no obstante, dicha valoración nos parece contextualmente pertinente aquí, ya que desde la excepcional particularidad de nuestro medio, incluidos los centros de enseñanza, oficiales o no, los pares arte-estética, arte-belleza, arte-forma, estética-belleza, forma-belleza, arte-habilidad son identificados todavía como sinónimos, lo que determina una practica artística poco reflexiva, sensorial y sedativa, y una experiencia pasiva y anodina en la recepción, cuyas consecuencias en el creciente pragmatismo de las políticas culturales estatales pueden traducirse como síntomas evidentes de una depreciación del arte.
Al respecto Contextos trata de esto: pretende sintonizar las singularidades que caracterizan el medio artístico en el que vivimos, problematizarlas constructivamente, a partir del costado mas critico, y cognitivamente mas prometedor, del arte contemporáneo y, por tanto, revalorizar el sentido de la cultura en nuestra sociedad.
3.
En esta muestra, además del innegable pluralismo de medios exhibido, podemos observar que el significado aparece apuntalado por una referencia a la analogía múltiple, a las afinidades y asociaciones familiares; el traslado de imagen que supone la metáfora está liberado por medio del drama, el placer, la fantasía o el humor, lo que da lugar a combinaciones originales y sorprendentes, y son las que dan cuenta de la imagen poética.
A partir de esas características, Alejandra Delgado (S.T.) alude ala reiterada utilización política que hacen los partidos a costa de las instituciones, en este caso, de la institución militar. José Ballivián (Ideograma 8) cuestiona en su video la tradicional idea unidimensional de la identidad, problematizándola desde el pluralismo vivencial de sus manifestaciones. Raquel Schwartz (El mar no existe) plantea la constante y frustrada reivindicación por el mar perdido desde la descarnada conclusión definitiva de su inexistencia. Alejandra Dorado (S.T.) recrea los métodos sofisticados de la represión política que incorpora la diferencia de género en la tortura. La pieza recuerda uno de esos métodos usados en el oscuro periodo de las dictaduras militares. Galo Coca (Trans) hace una recreación lúdica de la autosatisfacción, celebrando el placer de la sexualidad. Guiomar Mesa (Vamos por partes…) señala en sus fotografías un cuerpo contemporáneo indefenso, intervenido, manipulado y atravesado por prácticas y discursos ajenos a una naturaleza clásica que se ha hecho obsoleta. Andrés Bedoya (Estudio de forma en movimiento),al modo del artista Paul M’Carthy, señala con ironía, en un video deliberadamente tedioso, el absurdo mecanismo de las obsesiones en el que la noción del tiempo desaparece. Santiago Contreras (Transcavación), concibe un performance donde una gran pila de arena es trasladada sobre una silla vacía, para formar una pila similar; en él reflexiona acerca de la ontología de la ausencia, llevada al paroxismo de mostrar su no-ser utilizando metáforas de lugar y de tiempo. Roberto Unterladstaetter (Miss Guevara) nos muestra una fotografía extraída de la prensa, donde reinas de belleza parecen rendir homenaje con un ramo de flores el lugar donde estuvo muerto el guerrillero Ernesto “Che” Guevara en la Higuera; en ella se hace alusión a la ironía con la que se asume el hecho histórico. La mención a los medios no es una casualidad. Glenda Zapata (S.T.) nos muestra un estereotipado corazón rojo de dos metros y una inscripción paradójica que surge de él, como metáfora de la posmodernidad y el descarnado cinismo con el que furtivamente corroe los ideales, las ilusiones y los tiernos clichés de la modernidad. Anuar Elias (Subvención a la transgresión) pretende cuestionar con su performance la noción de contextos ligada a los espacios cerrados de exhibición, para ello se apoya en el uso de textos del pintor A. Borda que son difundidos por los parlantes de un automóvil que recorre las calles como anunciando un espectáculo popular. Sandra de Berduccy (Ripaymapping) hace el montaje de una sofisticada video instalación en el que conviven tecnología y tradición, para reivindicar los tejidos de los pueblos originarios. Roberto Valcárcel (Tres pensamientos sobre la descolonización en Bolivia) hace alusión a la descolonización en Bolivia y las dificultades insalvables de su propósito. Erika Ewel (Paisajes) nos propone la recuperación de la contemplación perdida. Ligia D`Andrea, (Dobrar I,II,III,IV, V A y B) con sus cinco piezas de fieltro negro, doblados y recortados, hace mención a la hermética complejidad en la que ha devenido la forma en el arte actual, problematizándola desde la estética del informalismo. Eduardo Ribera (Madrid en el corazón) nos muestra su autorretrato para deslizar el sentido de una genitalidad puesta en cuestión. Alfredo Román (17:00 hrs) construye una metáfora, a partir del encargo a diferentes artesanos de cuatro pinturas del interior del escudo nacional, para señalar la plurivocidad frente a la unidimensionalidad que supone el concepto vigente de Estado, aún cuando este se autodenomine “plurinacional”. Cecilia Lampo (Cuadernos de viaje- Cuaderno I Riberalta; Cuaderno II El Alto)nos muestra dos cuadernos de viaje con fotografías intervenidas que testimonian las particularidades locales de remotas provincias como fragmentos de un entorno físico rescatados por una mirada que deja su marca a modo de coordenadas íntimas. Juan Vargas Rico (Matarte)(Pulmón de metal), el más joven de los artistas invitados, utiliza el medio grafiti para llevar a la calle una reflexión acerca de las condiciones de trabajo de los trabajadores mineros en Bolivia. Angelika Heckl (Archivo de memoria anticipada)nos muestra un precioso archivo personal de elementos sutiles, inasibles e inaprensibles y, no obstantes, esenciales. Sol Mateo(Discóbolo),con algo de nostalgia, satiriza hasta el absurdo la pretensión posmoderna de la apropiación histórica de lo antiguo.
Ramiro Garavito
Participan: Alejandra Delgado, Alejandra Dorado , Andrés Bedoya, Angelika Heckl, Anuar Elias, Alfredo Román, Cecilia Lampo , Eduardo Ribera (Blue Box), Erika Ewel, Gastón Ugalde, Guiomar Mesa, Galo Coca, Glenda Zapata, José Ballivián, Juan Vargas Rico, Ligia D’ Andrea, Raquel Schwartz, Roberto Valcarcel, Roberto Unterlatstaetter, Sandra de Berduccy y Santiago Contreras.
La exposición comprende objetos, performances, fotografía, escultura, video, videoinstalación y grafiti.
Centro Cultural Simón I Patiño
Cochabamba, 2011